martes, 22 de febrero de 2011

Otto Pérez, sus dos caras

Publicado en Diario de Centro América, el martes 22 de febrero de 2011

No es de sorprender que el Partido Patriota ahora proclame su beneplácito ante el éxito de programas como Mi Familia Progresa. Hace dos años y medio decían todo lo contrario y se dedicaban a buscar cascaritas en los programas  para hacerlos desaparecer.
Al final fueron ellos los resbalados y, lejos de encontrar corrupción o clientelismo, lo que han hallado es una estrategia de inversión social que, sobre cualquier resultado, tiene la virtud de estarles devolviendo la dignidad a miles de personas.
Es inaudito, y a mí, en el lugar del general Otto Pérez, me daría vergüenza afirmar que el programa de transferencias monetarias condicionadas estaba en el Plan de Gobierno del PP de la campaña anterior. ¿Y sabe por qué? Lo que evidencia es que, si dicha propuesta estaba contemplada en su proyecto, el candidato de los naranja ni siquiera se dio cuenta.
Es como si al firmar ese supuesto plan, en lugar de calzarlo con su firma, lo hubiera hecho poniendo su huella digital.
Por otro lado, el principal ofrecimiento de aquella campaña era a contravía de lo que buscan programas como Mifapro. “Mano dura”, ¿recuerda? Es decir, combatir la pobreza con represión, tal como este militar lo hiciera durante el conflicto armado.
En ningún momento se propuso la posibilidad de buscarle salidas a los jóvenes que han caído en las redes de la delincuencia.
Y lo vacío del discurso de Pérez se confirma al ver la actitud de sus diputados al Congreso de la República. Hacen campaña con los beneficiarios, pero al mismo tiempo fijan montos mínimos en el Presupuesto, con el agregado de imponerle candados financieros al programa. En otras molestas pero clarísimas palabras: les ofrece una mano, mientras les quita el pan con la otra.
Ya sabe usted: las dos caras de algunos políticos.

martes, 15 de febrero de 2011

Prohibido hablar de eso

Publicado en Diario de Centro América, martes 15 de febrero de 2011

El año pasado, por estos días, la agenda mediática estaba dominada hasta la saciedad por aquel debate que giraba en torno a la identidad de los beneficiarios del programa Mi Familia Progresa (Mifapro). Sin duda usted recuerda aquel abrumador ataque (porque no puede calificarse de otra manera) al que fue sometida la población, dentro de aquel plan orquestado por una diputada, desde hace años al servicio de la oligarquía, con la venia de la oposición política.

Como no podía ser de otra manera, aquel ejercicio fiscalizador no sirvió para nada, excepto para demostrar los grandes pilares de Mifapro: no hay corrupción ni es clientelista, según lo ha confirmado Acción Ciudadana.

Y es efectivo en sus propósitos, tal como lo ha evidenciado la agencia estadounidense Usaid.
En efecto, en diciembre se presentó el Índice de Avance Educativo Municipal (IAEM) al año 2009, con resultados verdaderamente sorprendentes.  Tanto así que el citado informe subraya: “Debe reconocerse el esfuerzo de 12 municipios que escalaron entre 102 y 258 posiciones en el IAEM, los cuales, partiendo de punteos muy bajos, demostraron que los esfuerzos del municipio se pueden traducir en un enorme avance educativo”.

Sin embargo, aún quedaba otra interrogante: ¿cuál es el aporte de Mifapro en los municipios que atiende? Al efectuar el análisis correspondiente, Usaid (no el Gobierno de Guatemala) demuestra de manera concluyente que “el IAEM creció más rápidamente donde existe presencia de Mifapro y también la escolaridad en preprimaria, así como la escolaridad y terminación de la primaria”.
Es decir, no solo se llenaron las aulas. Estudiantes que habían abandonado la escuela retomaron los estudios y han concluido exitosamente su ciclo escolar.

En otras palabras, es un programa que está dando frutos. (Ahora comprenderá mejor por qué el ataque inmisericorde contra la Primera Dama). En todo caso, ¿por qué esto no se lo informaron con el mismo despliegue de cuando el programa era sometido a fuego cruzado? ¡La prensa independiente, que le dicen!

jueves, 10 de febrero de 2011

EL PELIGRO DE UNA SOLA HISTORIA

Les presento esta historia dividida en siete segmentos. Su importancia consiste en la capacidad de la protagonista del video, la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie de demostrarnos hasta dónde nuestras vidas y nuestras culturas están influenciadas por muchas historias interrelacionadas, pero advierte que si sólo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una distorsión grave de la realidad. Es una excelente alusión al pecado que comete la Prensa, cada vez que privilegia una sola parte de las historias que presenta.

                                                                      Parte 1



                                                                         Parte 2


                                                                           Parte 3


                                                              Parte 4


Parte 5



Parte 6








Parte 7







miércoles, 9 de febrero de 2011

Camagrosaurios (Parte 2)




Esta es una estampa de la realidad, por maniqueísta que a algunos les parezca. Los camagrosaurios (o miembros de la Cámara del Agro –Camagro-) son la especie más anquilosada del empresariado guatemalteco y las consecuencias de esa actitud se reflejan en el grave panorama rural guatemalteco. Las declaraciones de sus conspicuos dirigentes, como Carlos Zúñiga Fumagalli y Otto Kuhsiek confirman esta apreciación.

Muchos lo han señalado antes: mientras algunos sectores de empresarios pueden ser sensibles ante las demandas sociales, este grupo sigue sin percatarse de que el siglo 21 llegó hace más de 10 años, y que los días de la Encomienda hace rato terminaron. Y tampoco parecen caer en la cuenta de que a todo aquel que se opone a la marcha vertiginosa de estos tiempos, donde soplan vientos más humanos, le puede ocurrir lo mismo que a la bíblica mujer de Lot: volverse estatua de sal por mirar hacia atrás.

Una muestra de ese pensamiento arcaico la aporta Zúñiga Fumagalli en estos términos: "No cuestiono para nada el derecho que tiene el gobierno alemán de regir los recursos que tributan sus ciudadanos...esta podría ser interpretada como inmiscuirse en la política pública de un país amigo, soberano e independiente. (Columna Siembra, 1 de febrero de 2011).

¡Intromisión extranjera! ¿Qué les recuerda este tono? ¡Exacto! Así hablaban el general Lucas García, Donaldo Álvarez, Germán Chupina, voces que eran secundadas por el CACIF de aquél entonces. ¡El que mira hacia atrás, se vuelve sal!

Pero, enfocados en el presente, veamos lo que dijeron los camagrosaurios luego de las declaraciones del funcionario alemán: la Cámara del Agro hace un llamado a la comunidad internacional para cerrar filas en condicionar la cooperación y préstamos al Estado de Guatemala a la rendición de cuentas, la eliminación de la corrupción y la ejecución con transparencia”. (La Hora, martes 1 de febrero de 2011).

¡La cantaleta de la transparencia! Claro, la palabra ideal para evadir el fondo del tema y que es: ¿Por qué el sector privado no quiere aportar a las arcas nacionales lo que realmente le corresponde? ¿Por qué esa sistemática renuencia a contribuir al desarrollo y con argumentos totalmente desechables?

Pero vamos a suponer que tienen razón y por eso debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cuántas veces han intentado buscar información de los gastos del Gobierno en el Sistema de Contabilidad Integrado –SICOIN, donde aparece registrado hasta el último centavo utilizado? ¿Le han echado siquiera un ojo a las páginas web, por ejemplo, la de Mi Familia Progresa? ¿A cuántas rendiciones de cuentas de este programa han asistido?

Mucho me temo que aquellos que han hecho alguna de esas acciones, no han entendido lo que han leído (se trata de información financiera de alguna complejidad, pero ni modo, no hay métodos más sencillos por ahora). Sin embargo, ¿se habrán enterado de que existe una Ley de Acceso a la Información (por cierto, puesta en vigencia por este Gobierno “tan poco transparente”, la cual les permite despejar cualquier duda o aclarar datos no comprendidos?

Vemos otro triste caso de la conducta que asumen aquellos que se autodenominan fiscalizadores: si no entiendo algo, no es ignorancia de mi parte. ¡Es falta de transparencia!

Me imagino la risa que debió causar el cuestionamiento de los Camagrosaurios entre la comunidad internacional, precisamente porque la cooperación observa rigurosos procedimientos de evaluación de los recursos asignados, muy al contrario de cómo se hacía antes.

Y, como puede observar cualquier persona con elemental sentido de la razón, los cooperantes en ningún momento cuestionaron al Gobierno. Su dardo fue directo y a la cabeza de aquellos para quienes nunca será tiempo de pagar los impuestos que les corresponden. Es decir, Alemania y otras naciones tienen duda acerca de la transparencia de quienes deben tributar.

No Jurásicos. El atraso del país durante el Siglo 20 fue responsabilidad de ustedes. (O lo correcto sería decir: “irresponsabilidad de ustedes?). ¡Pónganse las pilas! Ya es hora de que empiecen a vivir en el nuevo Milenio y ver hacia delante ¿O aún no han entendido el caso de la mujer de Lot?

Ética sin pactos

Publicado en Diario de Centro América, martes 8 de febrero de 2011


El concepto pacto de ética, según fuera suscrito ayer por algunos partidos políticos a instancias del Tribunal Supremo Electoral (TSE), es una contradicción en sí misma. Es decir, si existe la ética ¡es innecesario dejar constancia por escrito! La ética, hasta donde tengo conocimiento, es una calidad inherente al ser humano, una vocación de conciencia. Un acto permanente de contrición consigo mismo.

Por ello pregunto, ¿puede alguien ser o tener más ética si firma un compromiso público? ¿No debería ser suficiente su desempeño ante los demás para evidenciar su estatus deontológico?
Claro, sabemos que en el acto convocado por el TSE se involucra a los actores tradicionalmente menos comprometidos con las actitudes éticas. ¿O será, como se afirma a menudo, que el ejercicio político excluye, por antonomasia, cualquier vínculo con esta rama de la filosofía, generalmente confundida con la moral?
La realidad de las cosas es que el TSE no debería ocupar el valioso tiempo de sus magistrados en asuntos triviales como este y que, en virtud de la experiencia, demostrado está que no conducirán a nada positivo. Quien ha faltado a la ética lo seguirá haciendo, aunque firme todos los pactos, convenios y contratos que se le pongan enfrente.

Cito el caso del Partido Patriota. Nunca había visto una estructura mejor empeñada en generar propaganda, no negra, sino asquerosa.

Mis cuentas de correo han sido testigo, desde hace seis años, de la oleada antiética con que han inundan mi bandeja con cualquier suerte de insultos y majaderías contra sus adversarios políticos.
El caso más reciente ocurrió apenas el sábado, o sea, menos de 48 horas antes de la firma del dichoso pacto. Ese día, gracias al morbo periodístico, el PP divulgó por todos los medios a su servicio que el partido oficial tenía un plan para bloquear la movilización de sus parciales hacia el mitin del domingo.

Al final nada ocurrió e hicieron su actividad sin problemas. Sirva ello como ejemplo de que un pacto no garantiza la ética… y que el TSE debería dedicarse a lo que le corresponde: organizar el proceso electoral.  

miércoles, 2 de febrero de 2011

Camagrosaurios (Parte I)

Carloz Zúñiga, representante de una de las corrientes
empresariales más conservadoras.
“Con este documento, nuestro Plan de desarrollo económico y social, queremos ofrecer a Guatemala y al mundo la visión de un país integrado y progresista; que no admite más perder el tiempo en coyunturas, que quiere superar los conflictos entre sectores y gobierno; que pretende nuevamente buscar retomar el rumbo de nación.”.
Leído así, uno pensaría que se trata de un comunicado de esas entidades sociales de izquierda, que suelen abundar por acá. Pero, nada que ver, como dice la muchachada. Era la expresión del Cacif, allá por el año 2006. Kab´a wil o “visión profunda”, le llamaron a esa propuesta, más estética que realista,
¿El Cacif hablando de desarrollo económico y social? Pues sí y uno de sus directivos era Carlos Zúniga Fumagalli. Después de la Firma de la Paz, en 1996, la cúpula empresarial decidió ponerse a tono con los tiempos que soplaban y, en alguna medida, varios de sus representantes asumieron con seriedad las posturas más modernistas. Que en la práctica no haya pasado del discurso a los hechos, también es cierto.
No obstante, dentro del sector privado hay grupos que parecieran marchar siempre a contrapelo de la historia. La Cámara del Agro (Camagro), por ejemplo, es una entidad cuyos integrantes se caracterizan por expresar, sin rubor alguno, su concepción semifeudal de las relaciones con el resto de la sociedad, por increíble que esto nos parezca en el siglo 21.
Y es que no hay modo que los Camagrosaurios dejen de creer que administrar Guatemala, el país, y administrar su finca, es lo mismo. Tan singular escuela de pensamiento, tuvo en el siglo pasado a gente como Roberto Castañeda y Gustavo Anzueto Vielman como sus principales exponentes.  Pero esa influencia parece haberse prolongado de manera indeleble, al grado que sus protagonistas de hoy, con Carlos Zúñiga Fumagalli a la cabeza, que en público asumen un disfraz progresista pero en privado representan fielmente a esa corriente regresiva. El rasgo más elocuente: su actitud renuente hacia todo lo que se relacione con la palabra tributación. Reforma Fiscal es una palabra maldita que, según su ancestral concepción,  no importa si hay que golpear la mesa y levantar la voz para evitar que llegue a consumarse.
Por eso no resistieron que el gobierno alemán, un país con una carga tributaria del 38%, según Prensa Libre, les mandara un mensaje duro y a la cabeza por medio de su Viceministro de Cooperación, Hans-Jürgen Beerfeltz: O respaldan la reforma fiscal o no hay más cooperación. Y no puede esperar más allá de las elecciones. (Prensa Libre, sábado 29 de enero de 2011).
Guatemala, recordemos, apenas llega a una tributación equivalente al 10% del PIB y con exenciones más devoluciones en créditos fiscales que casi equivalen a un presupuesto anual del Estado. “Estas cifras son condiciones africanas que nosotros no podemos aceptar…”, subrayó Beerfeltz.
Hans-Jürgen Beerfeltz, Viceministro de Cooperación de Alemania.
Fustigó recientemenet al sector privado por su renuencia a pagar impuestos.

¿Africanas? A mí me parecen más propias de la prehistoria.
Por supuesto, la clásica reacción histérica no se hizo esperar: “Es un asunto del país, no es un tema en el cual ellos deberían condicionar su ayuda…” (Javier Zepeda, otro empresario intransigente, solo que de la Cámara de Industria). “Como país no nos podemos dejar presionar… la comunidad guatemalteca tiene que tomar sus decisiones” (Jorge Montenegro, Cámara Guatemalteca de la Construcción).
Lo que evidencian estas declaraciones es la falsedad e hipocresía de quienes se desgarran las vestiduras cuando se les convoca a una instancia de diálogo y aseguran que tienen una vocación moderna y socialmente responsable, a la hora de asumir compromisos hacen “la cruz del diablo” por debajo de la mesa.   Es decir, actúan como lo hacía antes del fin de la guerra. Piensan igual que lo  hacían sus padres, allá por 1954. Y como sus ancestros postcoloniales …, Y como en el Jurásico. Y como siempre.
(Continuará).

martes, 1 de febrero de 2011

Ayer sí, hoy tal vez

Publicado en Diario de Centro América, martes 1 de febrero de 2011

Parece que la cultura de respeto a la justicia es, y será por mucho tiempo, una de las materias pendientes en esta superdividida sociedad guatemalteca. Y es que, cuando de llevar a alguien al banquillo se trata, somos los primeros en condenar o absolver, no precisamente con base en evidencias, sino de acuerdo con el peso de las circunstancias.
Si no, vea el oficioso revuelo desatado alrededor de la decisión de la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia de reabrir el caso del guerrillero desaparecido Efraín Bámaca. Hay que partir de cero en la investigación, se ha señalado por la prensa.
El asunto no tendría mayor importancia, tal como no la ha tenido en cientos de casos relacionados con víctimas de la guerra. Sin embargo, el hecho de que en el asunto se involucre al militar y aspirante presidencial Otto Pérez Molina le otorga una morbosa guinda a este sorpresivo pastel. Tan morboso que no han faltado los comentaristas que, con la mano sobre las Escrituras y con singular desgarre de vestiduras, aseguran que “el gobierno de Álvaro Colom, su partido y su esposa juegan con fuego si buscan inhabilitar a Otto Pérez Molina…” (Juan Luis Font, elPeriódico, lunes 31 de enero de 2011).
¡Ahora resulta que el Gobierno, a pesar de todos los obstáculos que le han impedido desarrollar una gestión en términos normales, es un todopoderoso! ¿Acaso Font no saludó la decisión de esa Corte Suprema de Justicia cuando le ordenó al Ejecutivo entregar los datos privados de los beneficiarios de Mi Familia Progresa, violando así un derecho constitucional? ¡El peso de las circunstancias! ¡Ayer sí, hoy quién sabe!
No sé cuál pudo ser la participación del imputado o si cometió excesos en nombre del Estado que representaba. Precisamente porque lo desconozco, no puedo aventurarme a señalar ni a exculpar desde la comodidad de un escritorio.
Lo que sé es que no aprendemos a respetar las decisiones judiciales, nos gusten o no. Sean contra militares o contra civiles. Y se produzcan en año bisiesto o en año electoral. Así que, señor Pérez Molina: a defenderse con honor, en lugar de ensuciar a la Justicia con verborrea inútil.